entrega 5

Lo que no esta taba tan claro es qué podía opinar Lucilla su amante, fea, de provincias, totalmente ajena al mundo de la política. Ella conocía muchas cosas que Eduard le había ido contando antes de que estallara el escándalo. Evans tenía algunas sospechas sobre la posible infidelidad de su marido, pero descartaba estas cosas cuando veía cómo se volcaba con su hijo y su esfuerzo por pasar la mayor parte de su tiempo con él. Tenían horarios cambiados para turnarse con el pequeño, sólo coincidieron en un par de actos, siempre que podían volvían desde donde estuvieran a pasar la noche juntos.
El joven y prometedor Eduard Boblosky, excelente estudiante, elegante y muy atractivo aspiraba a un puesto en lo más alto, pero algo o alguien se cruzó en su vida y truncó las ilusiones del ascendente polaco de segunda generación. Rico por su abuelo, periodista por la sangre de su padre.
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